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UN FELIZ BOLSILLO LLENO DE DINERO (21 días Conectando con El Espíritu)

  • Carolina Londoño Zárate
  • 7 may 2018
  • 2 Min. de lectura

DÍA 15

La matriz divina, ese gran campo electro-magnético en el que nos recreamos constantemente, está integrado sólo por energía. Cada pensamiento, frase o acto produce un efecto en algún punto que retorna a nosotros de forma expandida. Con base en la Ley de Causa y Efecto, nuestras acciones son semillas que producirán una consecuencia de la misma naturaleza en la realidad, en esa gran matriz en la que estamos inmersos. Pero, lo que debemos entender es que es indispensable nutrirla de buenas acciones, porque dar desinteresadamente es uno de los sucesos que nos faculta para crear nuestro futuro de una forma maravillosa.


Podemos comparar el acto de dar, de manera altruista, con el hecho de tener un jardín que nos complace mantener y cuidar, por la simple razón que embellece nuestra vida. Así mismo, las buenas acciones representan un espacio en el universo para generar una recompensa, que será manifestada inesperadamente.


Podemos ofrecer al universo nuestros talentos de manera gratuita y desinteresada, hacer una obra benéfica, ser voluntarios para expandir amor y compasión con gente que nos inspire ayudar, o sencillamente ofrecer alegría en nuestro entorno.

Dar representa entonces traer el futuro al presente, con el propósito de expandir nuestro lado brillante, el que nos une indiscutiblemente a nuestra esencia divina. Dar es iluminar nuestra oscuridad, pues aunque no se trata de reprimirla, la mantiene dispuesta a fluir paralelamente sin tener que expresarse.


Cualquier cosa que demos con el corazón es un aliciente en nuestras vidas, porque nos da la confianza de reclamar nuestra herencia divina, sin necesidad de exigir una determinada forma de resultado, sino entregándonos al flujo constante del amor universal que nos mantiene vivos. Si a nuestro propósito de entregarnos plenamente, con una labor que tenga sentido, le agregamos el valor de la gratitud, por cada momento de nuestra existencia, por aquellos que elegimos y también por los que llegan, a veces aparentemente sin sentido, logramos marcar el compás de la alegría divina que nos invita a soñar despiertos, a ser conscientes de cada idea o pensamiento que emitamos, de cada situación que transitemos.


Dar a la vida lo mejor de nosotros mismos y dar con gratitud , por la oportunidad de hacerlo, por la grandiosidad que existe detrás del servicio, nos permite saber que somos una sola energía con Dios, nos permite reconocernos en la luz del otro, nos empuja sin esfuerzo en ese espiral ascendente de nuestra propia evolución.


Demos de forma abundante y sin medida al pulso de la vida, que constantemente nos recuerda que estamos encarnados en un cuerpo físico, con el único fin de trascender la oscuridad, esa piedra en el camino que elegimos para volver repletos de amor a la Fuente. No olvidemos también agradecer al Creador Supremo por la bendición de contar con unos guías espirituales, cargados de amor puro e incondicional, dispuestos a esperar el mágico momento que les permitamos acompañarnos de forma consciente en nuestro viaje.


Bendiciones para cada uno de ustedes!


 
 
 

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© 2018 por Carolina Londoño Z. por Wix.com

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